miércoles, 16 de enero de 2013

Mitos del Antiguo Egipto: Teología Menfita de la Creación






"Los dioses que han nacido bajo forma de Ptah.
Ptah que está sobre el gran trono.
Ptah-Nun, el Gran Dios [que creó] a Atum.
Ptah el Grande es el corazón y la lengua de la Enéada.

<Ptah...> que dio nacimiento a los dioses.
<Ptah...>.
<Ptah...>.
<Ptah...>.
<Ptah que es Nefer>tum por la nariz de Re, diariamente. 
      El que se ha manifestado como el corazón, bajo el aspecto de Atum, el que se ha manifestado como la lengua, bajo el aspecto de Atum, es Ptah, el Gran Poderoso, quien ha infundido <la vida a todos los dioses> y a sus kau. A un mismo tiempo, en su corazón Horus nació como [una forma de] Ptah, y Thot sobre su lengua nació como una forma de Ptah. 
      Así se manifestó la supremacía del corazón y de la lengua sobre todos los <demás> miembros, según la enseñanza [que quiere] que el corazón es el elemento dominante de cada cuerpo y que la lengua es el elemento dominante de cada boca; [corazón y boca] pertenecientes a todos los dioses, a todos los hombres, a todos los animales, a todos los reptiles, a todo lo que vive, uno concibiendo y la otra ordenando cuanto aquél desea.
      Su Enéada está en su presencia, bajo la apariencia de dientes y labios; ellos [son los equivalentes] del semen y las manos de Atum. Así pues, la Enéada de Atum nació por medio de su semen y de sus dedos; la Enéada [de Ptah], en verdad, son los dientes y los labios de su boca, que pronunció el nombre de todas las cosas, y de la que brotaron Shu y Tefnut.
      La Enéada [de Ptah] creó el ver de los ojos, la audición de las orejas, la respiración de la nariz; éstos informan al corazón y es el corazón, por consiguiente, quien permite que todo conocimiento se manifieste; y es la lengua la que repite lo que el corazón ha concebido. 
      Así nacieron todos los dioses y fue completada su Enéada. Pues toda palabra divina cobró su ser según lo que había pensado el corazón y había ordenado la lengua. Así fueron creados igualmente los kau y las hemesut, que procuran todas las provisiones y todos los alimentos benéficos, gracias a aquella palabra. 




      Así, también [fueron creadas la justa recompensa] para el que hace acciones agradables, y [el castigo] para el que comete acciones punibles. La vida se concedió al ser pacífico, la muerte al criminal. Así fueron creados todos los trabajos y todas las artes, el hacer de las manos y en andar de las piernas, el movimiento de cada miembro de acuerdo con la orden concebida por el corazón y exteriorizada por la lengua, y que no cesa de producir el significado de todo.
      Sucedió, pues, lo que se dijo de Ptah 'Quién creó todo y dio el ser a todos los dioses'. Es él, en verdad, Ta-tenen quien creó a los dioses y de quien surgieron todos los bienes, alimentos, provisiones, las divinas ofrendas, todas las cosas buenas y hermosas.
      Se comprendió así que su poder era mayor que el de los [demás] dioses. Y Ptah se consideró así satisfecho, después que hubo creado todas estas cosas y todas las palabras divinas. 
      Él creo a los dioses, construyó las ciudades, fundó los nomos, puso a los dioses en sus santuarios, hizo prosperar sus ofrendas, fundó sus capillas y dio forma a sus cuerpos según el deseo de sus corazones. Gracias a ello los dioses pudieron penetrar en sus cuerpos hechos de todo tipo de madera, de piedras de todas clases, de barro, o de todas [las demás] cosas que pueden crecer sobre él y en las cuales ellas adquieren forma.
      Así fueron congregados en él todos los dioses con sus kau satisfechos y unidos al Señor de los Dos Países."


Tomado de: Lara Peinado, Federico (ed.). (1991). El Egipto faraónico. Madrid: Istmo. 


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