El Satya Yuga sería aún testigo de otras dos encarnaciones de Vishnú muy relacionadas entre sí, primero se transformó en un jabalí y tomó el nombre de Varâhâvatara (varâha = jabalí).
"Su misión fue combatir al gigante Hiranyâksha, que se había apoderado del Mundo, lo había estrujado y arrojado a los Pâtâlas. Los dioses atemorizados ante tanta insolencia se dirigieron, una vez más, a Vishnú y le dijeron:
- ¡Oh, Señor, tú que eres grande y magnífico, defiende al Mundo porque tú también reinas sobre él! No permitas que un demonio nos ponga en una vergüenza así. ¡Oh, poderoso entre los poderosos y héroe entre los héroes! Sálvalo y nosotros te lo agradeceremos.
Vishnú tomó la forma de un jabalí y, tras matar al gigante Hiranyâksha, con sus colmillos arrancó a la Tierra de su prisión en los Pâtâlas y la devolvió a su lugar.
La primera mención de esta encarnación se hace en el Taittirîya Samhitâ, en la que el Ser Supremo (posiblemente en la época de su composición se refería a Brahma) tomó la forma de un jabalí y levantó la Tierra con sus colmillos.
Luego el Shatapatha Brâhmana y el Vishnu Purâna ofrecen una visión más completa y que ha prevalecido a lo largo de los tiempos. También el hecho es mencionado, aunque de pasada, en otros textos como el Vâyu Purâna.
Tomado de: Susana Ávila. (1999). Mitología de la India. Mítica y mística. Madrid: Miraguano.
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