Para finalizar el período Satya Yuga, "Vishnú tomó la forma de un hombre con cabeza de león y recibió el nombre de Narasimhâvatâra (nara = hombre, simha = león).
Tras la muerte del gigante Hiranyâksha, su hermano Hiranyakashipu, decidió vengarse aprovechando el enorme poder que había acumulado gracias a sus austeridades. Su hijo, Prahlâda, que barruntaba las malas consecuencias de este comportamiento, concentró sus oracioines en el divino Vishnu. Esta devoción excitó la cólera de su padre que exigía todo el culto para sí e Hirayankashipu no dudó en someter a su hijo a torturas para alejarle de su vocación. Como no conseguía ningún resultado, dio orden de que lo mataran, pero ni la espada, ni el fuego, ni el veneno, ni los elefantes furiosos, ni los encantamientos mágicos pudieron nada contra quien estaba protegido por la divinidad. La furia de Hiranyakashipu alarmó a Prahlâda quien ya no tuvo dudas del desastre que se avecinaba sobre su padre y, en un último intento, le dijo con suavidad:
-Malo es tu proceder, padre; malo doblemente, porque al matar a Hiranyâksha, Vishnu hizo justicia y además su poder es infinito.
- Su poder no vale para nada --respondió Hiranyakashipu, encolerizado--, si Vishnu es tan importante, ¿cómo es que mis ojos no le ven?
- Aun invisible, Vishnu está en todas partes --previno el cauto hijo-- y desde todas partes te oye, así que refrena tu lengua.
Entonces Hiranyakapshipu golpeó uno de los sostenes de su palacio gritando:
- ¿Estará, acaso, en esta columna?
En ese momento, la columna se abrió y de ella salió Vishnú en su cuarto avatar, bajo la forma de un hombre con cabeza de león, Narasimhâvatâra, tomó a Hiranyakashipu sobre sus rodillas y le desgarró las entrañas.
El Vishnu Purâna documenta esta leyenda con detenimiento, aun cuando se encuentra mencionado en otros libros de la serie. El Vâyu Purâna dice que Hiranyakashipu había recibido de Brahma el don de que no podía ser muerto por ningún ser y el Kûrma Purâna añadió la significativas frase: '...excepto por Vishnú'."
Tomado de: Susana Ávila. (1999). Mitología de la India. Mítica y mística. Madrid: Miraguano.
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