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domingo, 10 de febrero de 2013

Mitos chinos: La Vía Láctea



  
     "Vivía en la ribera oriental del Río de Plata (la Vía Láctea) una tejedora, hija de un Emperador celestial, que trabajaba año tras año en una lanzadera tejiendo sin parar nubes de seda con colores y dibujos para abrigo del cielo, descuidada de su atuendo y apariencia. 
      Viendo el Emperador con lástima que vivía sola, la dejó que se casara con un boyero que habitaba en la ribera de enfrente del mismo río.

      Después de la unión, ella colgó la rueca, lo que encendió la cólera del Emperador hasta el punto de ordenar a la tejedora que regresara a su ribera. No obstante, les dio permiso de vadearlo una vez al año, una sola, para poder encontrarse." (Novelas, citado en Recopilación de ordenanzas mensuales, 'Ordenanzas para el séptimo mes'). 


      Con respecto a este mito, el Apéndice al Diccionario 'Erya', 13, añade que "En el séptimo día entrado ya el Otoño se despluman las urracas la cabeza sin más razón. Dice la leyenda que se debe a que, cierto día, se tienden estos pájaros formando con sus alas y sus plumas abiertas un puente colgante sobre el Río de Plata (la Vía Láctea) para que la estrella y la tejedora, que viven en distinta orilla, se puedan encontrar."

      Por otra parte, la Compilación histórica general, realizada por Wu Jun, relata: "Cheng Wuding, de Guiyang, alguien que habiendo obtenido las artes de los inmortales solía vivir entre la gente, le dijo a su hijo un día:

      —El séptimo día del séptimo mes del año, cuando la tejedora cruza el río, los inmortales debemos regresar al Palacio. A mí ya me han convocado y no puedo faltar, así que tendremos que despedirnos, hijo mío.

      —¿Y para qué cruza el río la tejedora? —le preguntó el chiquillo. 
      —Para estar con el boyero, aunque no por mucho tiempo —contestó el padre.
      —Y tú, ¿cuándo vuelves a casa? —volvió a preguntar el niño. 
      —De aquí a tres años.
      
      En la segunda hora de la madrugada antes del amanecer, Cheng Wuding desapareció.

      Señalemos que, entre los lugareños de allá, se ha conservado el dicho de que 'el séptimo día del séptimo mes se casan la tejedora y el boyero.'" 


      Finalmente, Zhang Hua en su Relación de las cosas del mundo ha comentado: "Desde siempre se ha dicho que el Río de Plata (la Vía Láctea) comunica con el mar. 

      Hace no mucho tiempo hubo un hombre que vivía en una isla y que veía llegar, sin falta, una chalupa flotando el mes octavo de cada año. Intrigado, construyó un toldo en ella, la cargó de vituallas, se embarcó y zarpó. La primera decena de días aún fue viendo la luna, el sol y las estrellas, pero luego entró en una ofuscación que no le permitía distinguir si era de día o de noche; al cabo de otra decena de días así, llegó súbitamente a un lugar donde había murallas y grandiosos edificios y, en la lejanía, un palacio y mujeres tejiendo dentro. Vio a un hombre trayendo un buey a beber. 

       —¿Cómo es que arriba por estos parajes? —le preguntó el del buey. 

      El de la chalupa se lo explicó, y luego le preguntó cómo se llamaba aquel lugar al que había arribado. 

      —Lo sabrá cuando regrese al pasar por el reino de Shu y hable con el adivino Yan Junpin; él se lo dirá. 

      No desembarcó, pues, sino que inició su regreso, tal como estaba previsto. Llegó a Shu y fue a preguntar a Yan Junpin.

      —Tal día de tal mes de tal año —le dijo éste— apareció una nueva estrella en la constelación de Altair. 

      Hizo cálculos el hombre de la chalupa y vio que la fecha que le daba el adivino coincidía con la de su llegada a aquel lugar desconocido: había subido a la Vía Láctea."
 
  
    Más adelante, el mismo Zhang Hua, dice: "(...) los espíritus de los Cinco Montes Principales son viriles y virtuosos, y que los espíritus de los Cuatro Ríos Principales son piadosos y claros (...). El cauce del río Amarillo, que es el Río Supremo, llega al Cielo, donde se junta con la Vía Láctea."



 

Tomado de: Gabriel García-Noblejas Sánchez-Cendal (ed.) (2004). Mitología clásica china. Madrid: Trotta y Edicions de la Universitat de Barcelona. 
       
 

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